Las plataformas sociales no solo buscan intervenir, sino también ir más allá con la reflexión y el diálogo compartido. En la comisión CEPSS, un órgano de gobierno que reúne a todas las entidades, hemos creado una metodología de seminario para reflexionar y ampliar nuestra visión. En la reunión de febrero, trabajamos en el texto Laudate Deum del Papa Francisco, que nos plantea varios retos importantes. De esta reflexión surge este texto, que presentamos en la sección “Madre Tierra” de la revista En la Calle.
Laudate Deum, la exhortación apostólica del Papa Francisco, nos muestra un panorama preocupante sobre la crisis climática global. No es solo un problema ecológico; también afecta directamente la vida de las personas. El texto critica el paradigma tecnocrático que prioriza el poder tecnológico y económico sobre la armonía con la naturaleza. Propone una relación más responsable con el medio ambiente, reconociendo que el progreso no siempre es positivo y que el uso desmedido del poder humano puede ser devastador.
El Papa hace un llamado a la comunidad internacional para trabajar juntos y superar la debilidad de la política actual. Necesitamos acuerdos efectivos que aceleren la transición energética y cumplan con los objetivos climáticos. Laudate Deum no solo critica; también invita a la esperanza. Basándose en la fe católica y en las motivaciones espirituales de diversas religiones, defiende la protección del medio ambiente y presenta a Jesús como un modelo de relación con la naturaleza. Invita a todos los creyentes a unirse en el esfuerzo por un futuro más sostenible.
Gracias a la metodología de seminario en la Comisión de la CEPSS, nos planteamos reflexionar y responder a la pregunta: ¿Qué retos nos deja a las plataformas sociales este documento?
El primer punto que señalamos es la migración ecológica, tema crucial que debemos integrar en nuestro discurso y hacer eco del mismo. Millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a la degradación ambiental, la desertificación, la escasez de agua y otros factores relacionados con el cambio climático.
Debemos superar el individualismo. Podemos promover valores como la solidaridad, la responsabilidad compartida y el cuidado del planeta. A través de nuestra propuesta educativa, podemos inspirar a las generaciones futuras a construir un mundo más justo y sostenible. Fomentar la participación ciudadana en decisiones ambientales y celebrar las iniciativas que protegen nuestro planeta es esencial.
Hemos de ser conscientes de que la educación es nuestra mejor herramienta. No solo se trata de ayudar, sino de crear una conciencia crítica sobre nuestras acciones y su impacto. Debemos educar a nuestros destinatarios para que crezcan en esta conciencia, denuncien injusticias y sean críticos con ellos mismos. En el consejo de redacción de la revista En la Calle, se ha planteado la importancia de conectar con la realidad de las plataformas de otros países, especialmente de América del Cono Sur. Esta conexión busca ofrecer una visión más completa y global. Este es el camino.
Es crucial ser críticos con nosotros mismos y evaluar el impacto real de nuestras acciones en el medio ambiente. Solo así podremos mejorar continuamente y construir un futuro más sostenible. La propuesta concreta de los jóvenes de BoscoSocial de reflexionar sobre el buen trato y el consumo responsable es innovadora y necesaria. Debemos tomar medidas para construir un mundo más justo y equitativo.
La educación ambiental debe ir más allá de la sensibilización. Debemos desarrollar en las nuevas generaciones las habilidades necesarias para actuar como agentes de cambio positivo. Ahora nos toca llevar esta reflexión a los equipos educativos de las plataformas sociales y ver cómo hacer posibles estas ideas en beneficio de los niños, jóvenes y familias que participan en nuestros proyectos. Es todo un reto para una ciudadanía responsable y para aportar nuestro grano de arena en la búsqueda de un mundo mejor para hoy y para las generaciones futuras.