Arde París, ¿arde Europa?

22 de agosto de 2022
¿No será el incendio de Notre Dame un símbolo del fin de una era? ¿Qué papel hemos de jugar los cristianos comprometidos y los agentes sociales ante este nuevo escenario? ¿Estamos también dispuestos nosotros, iglesia, sociedad, entidades, a reconstruirnos caminando juntos hacia una sociedad nueva?

La tarde del 15 de abril de 2019 en el tejado de la catedral de Notre Dame comenzó un incendio que acabaría con toda la cubierta y la aguja central. El hecho fue retransmitido en directo por televisiones de todo el mundo y medios digitales. El incidente ocasionó daños considerables también en el espacio interior, muchos bienes muebles se dañaron gravemente. Desde que se colocó la primera piedra de la catedral en 1163 Notre Dame ha sido símbolo del catolicismo en Francia y en toda Europa.

Este hecho ha servido para que en los últimos meses hayan visto la luz dos reflexiones, una escrita en forma de libro y otra audiovisual en forma de película, que vienen a coincidir en el fondo ¿no será el incendio de Notre Dame un símbolo del fin de una era? Andrea Ricardi con su libro “La iglesia arde. La crisis del cristianismo hoy, entre la agonía y el resurgimiento” se pregunta si no estaremos asistiendo al final de la Iglesia y cómo debe adecuarse a una nueva realidad. “En ese momento, mientras la basílica ardía, había una sensación generalizada del fin de la cristiandad” en palabras del propio Ricardi. Por su parte el afamado cineasta Jean-Jaques Annaud decidió esa misma noche rodar una película “Arde Notre Dame”, en falso documental, sobre el desastre de la catedral. En varias entrevistas ofrecidas durante la presentación del film Annaud afirmaba “El incendio de Notre Dame fue el momento final de la civilización”.

Se presentan a continuación ambas obras y se deja a la consideración del lector unos puntos de reflexión para responder a la pregunta latente ¿No estaremos asistiendo realmente al fin de una era? ¿Está llegando el final de una Europa Cristiana? Ni la pandemia de la Covid-19 ni la actual guerra de Ucrania nos ayudan a dar una respuesta positiva a estas preguntas. ¿Qué papel hemos de jugar los cristianos comprometidos y los agentes sociales ante este nuevo escenario?.

Un libro

Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio y prestigioso historiador del mundo contemporáneo y de las religiones se pregunta en el libro: ¿Está viviendo la Iglesia católica una de sus peores crisis a nivel mundial? ¿Se enfrenta realmente el cristianismo a un problema de vocación religiosa? ¿De qué manera nos afectaría su desaparición? Para el autor estas preguntas nos ponen en crisis, lo que no significa necesariamente hablar de un final, sino una oportunidad para abrirse al futuro, para renacer, sabiendo que el gran riesgo consiste en contentarse con sobrevivir o en añorar un pasado que se cree mejor. Riccardi ofrece una impresionante y minuciosa radiografía de la crisis del mundo cristiano y analiza con gran profundidad el debate y las distintas posibilidades sobre cómo salir de una situación que nos afecta, en mayor o menor medida, a todos, creyentes y no creyentes. El incendio es el punto de partida para su reflexión, pero la pandemia de la Covid también ha dañado a la Iglesia de la que afirma, ha sido tratada peor que si fuera un socio comercial, ya no se la considera un servicio esencial.

En el noveno capítulo el autor habla de “Mundo, Europa y pueblos en movimiento” con una importante reflexión muy al hilo del tema de este número de la revista En la calle: «Una Iglesia viva es un aliado para Europa, porque cree que Europa, a pesar de sus límites históricos, es un valor para el mundo. No porque las raíces históricas del continente sean cristianas: eso sería un título de legitimidad que se remonta al pasado, casi como el de una antigua familia soberana que hizo historia ayer. Pero Europa es una oportunidad única para la Iglesia y para el mundo. Puede integrar sus múltiples diversidades, casi constitutivas, y proyectarse en la escena mundial con un aliento universal».

FICHA TÉCNICA

LA IGLESIA ARDE, La crisis del cristianismo hoy, entre la agonía y el resurgimiento

Autor: ANDREA RICCARDI

Nº de páginas: 280

Editorial: ARPA EDITORES

Idioma: CASTELLANO

ISBN: 9788418741272

Año de edición: 2022

Traductor: DAVID SALAS MEZQUITA

Una película

Jean-Jacques Annaud imaginó su película antes de ver las imágenes del incendio. La noche en que sucedió escuchó el mensaje del presidente Macron por la radio y se imaginó qué podría estar pasando ya que conoce bien la catedral desde niño.

En la presentación de la película en una entrevista para El Mundo6 El director se expresaba así:«Aunque no sea creyente, respeto lo sagrado. Puedo hacer una película sobre la fe sin tenerla como puedo rodar la vida de un oso sin serlo. Lo sagrado me emociona. No necesito creer en el más allá para sentirme diferente en el momento que piso una capilla. A esos sitios, la gente va en los momentos que sufre, en los instantes difíciles de sus vidas y cuando experimenta la necesidad de la esperanza. Ahí se bautiza a los niños; ahí se declara amor eterno y ahí se muere. No tengo fe, pero siento esa fuerza que nos une a todos, con o sin fe, creyentes o no».

«Para muchas personas, las imágenes de la catedral en llamas significaron el final de algo, el momento último de la propia civilización. Y así fue. Y por eso, lloramos todos independientemente de nuestras creencias», dice para acto seguido vestirse de profeta. «Vivimos un momento en el que el desastre ecológico mundial se solapa con una pandemia tras otra, sea de coronavirus o de simple odio. Y ello sin contar con una guerra en el corazón de Europa. De alguna manera, el incendio de Notre Dame nos avisó de que lo que creíamos inimaginable o imposible puede perfectamente suceder. Pensemos en que, pese a la dimensión del desastre, la catedral no se derrumbó ni hubo ningún herido. Fue, en efecto, un milagro… laico quizá. Aprendamos de él. Estamos a tiempo de reconstruir lo destruido, estamos a tiempo de aprender de todos nuestros errores».

FICHA TÉCNICA

Título original: Notre-Dame brûle

Año: 2022

Duración: 110 min.

País: FRANCIA

Dirección: JEAN-JACQUES ANNAUD

Guion: JEAN-JACQUES ANNAUD, THOMAS BIDEGAIN

Música: SIMON FRANGLEN

Fotografía: JEAN-MARIE DREUJOU

Reparto: Élodie Navarre, Chloé Jouannet, Jesuthasan Antonythasan, Kevin Garnichat, Samuel Labarthe, Jeremie Laheurte, Maximilien Seweryn, Daniel Horn, Vassili Schneider, Sebastien Lalanne, Ava Baya, Jules Sadoughi, Tony Le Bacq.

Productora: Pathé, TF1 Films Production, TF1, TMC

Género: Drama | Basado en hechos reales. Catástrofes. Bomberos

Sinopsis: La película recrea el incendio que sufrió la Catedral de Notre-Dame de París en abril de 2019. El virulento incendio provocó que su emblemática aguja, construida entre los siglos XII y XIV, y el tejado de la catedral gótica de la capital francesa colapsaran y tan solo una hora después de declararse el incendio se derrumbaran. La primera piedra de la catedral se colocó en 1163 y desde que terminó su construcción Notre Dame ha sido símbolo del catolicismo, del skyline parisino y uno de los monumentos más visitados del mundo con alrededor de 13 millones de visitantes al año. (fuente: FILMAFFINITY)

Algunas cuestiones

  • No es la primera vez que Notre Dame sufre un incendio, todavía está por ver cómo la reconstruirán. ¿Estamos también dispuestos nosotros, iglesia, sociedad, entidades, a reconstruirnos caminando juntos hacia una sociedad nueva?
  • Para muchos el incendio de Notre-Dame es el incendio de un símbolo, pero no de una fe viva, ni de unos valores de fraternidad universales. Nos cuesta transmitir a las nuevas generaciones los valores de una historia que construyó un proyecto y vivimos en un mundo de individualidades. ¿Qué podemos hacer para recuperar el sentido de comunidad? ¿o el sentido del proyecto europeo del que se habla en el texto “en Europa” de este número?
  • Ricardi se pregunta “¿Hay futuro?” en el último capítulo. Hablando de Francisco dice: «Este pontificado, en camino hacia el futuro, deja como herencia los “pobres” como lugar teológico y existencial del cristiano y de la comunidad». Continúa: «Muchas veces la Iglesia se ve tentada por los enfrentamientos frontales, como toda institución. Es una forma de hacer que la gente sienta que está viva. Pero también de perder espacios de atracción y diálogo, entrando en el juego de la polarización». Lo vemos también en el mundo de las redes sociales y en el político, ¿estamos en disposición de sumar?

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