Déjame que te cuente: una película: “Mariposa Negras”

21 de febrero de 2025
‘Mariposas Negras’ es más que una película: es un llamado a repensar nuestra relación con la naturaleza y las migraciones. En Déjame que te cuente, exploramos su mensaje y su impacto.

Una película: “Mariposa Negras”

En el corazón de la película “Mariposas Negras” resuena un mensaje que va más allá del simple activismo medioambiental. Esta obra no solo captura la belleza de la naturaleza mediante la animación y el documental, sino que también nos reta a repensar nuestra relación con ella. Desde su narración poética hasta sus visuales inmersivos, “Mariposas Negras” no se conforma con ser una historia más sobre el medioambiente y las migraciones: busca reconectarnos con nuestra esencia como parte de un todo interconectado.

En esta edición de «Déjame que te cuente», queremos reflexionar sobre cómo esta película nos interpela a transformar nuestra visión del mundo.

La naturaleza, protagonista y espejo

En este film, la naturaleza no es un telón de fondo ni un recurso explotable. Es un personaje vivo, con historias que contar, heridas que sanar y conexiones que restaurar. Nos invita a mirar con nuevos ojos las maravillas naturales que nos rodean y a reconocer que las personas también somos naturaleza. No hay separación; somos uno con el agua, los bosques, las mariposas y los vientos que cruzan fronteras.

A través de un estilo de animación vibrante y onírico, “Mariposas Negras” transporta a la audiencia a paisajes donde la fragilidad y la fuerza coexisten. Cada escena está impregnada de un realismo mágico que nos recuerda que, aunque las crisis medioambientales son alarmantes, también hay una belleza infinita que vale la pena proteger. Los colores, los sonidos y las texturas crean un ambiente donde lo poético y lo político se encuentran, como un canto que denuncia y celebra al mismo tiempo.

Las migraciones: un fenómeno tan natural como las mariposas

Uno de los aspectos más poderosos de “Mariposas Negras” es su capacidad para entrelazar la temática medioambiental con las migraciones humanas. El vuelo de las mariposas monarca, un viaje ancestral y necesario para su supervivencia, se convierte en un espejo para entender el desplazamiento humano. ¿Por qué seguimos viendo las migraciones como algo anómalo cuando son parte de un ciclo natural que nos conecta?

En un mundo donde las fronteras se cierran y las divisiones se agrandan, el paralelismo entre las mariposas y las personas que migran es una llamada a la empatía. La película no evade las realidades duras; muestra cómo los seres humanos, al igual que las mariposas, enfrentan obstáculos creados por sistemas que niegan su derecho a moverse y prosperar. Esto incluye a quienes deben abandonar sus hogares debido a las consecuencias del cambio climático: inundaciones, sequías, huracanes… que los convierten en refugiados climáticos, una realidad cada vez más frecuente y urgente. Sin embargo, también ofrece esperanza al destacar historias de resiliencia y solidaridad que florecen incluso en las condiciones más adversas.

Un lenguaje visual que trasciende

La combinación de técnicas de documental y animación eleva el impacto del film. Mientras que el documental aporta rigor y contexto, la animación permite explorar lo simbólico y lo emocional. La yuxtaposición de ambos estilos crea una experiencia única que no solo informa, sino que también conmueve y transforma.

En una de las secuencias más memorables, vemos cómo una mariposa herida lucha por levantar el vuelo, mientras se intercalan imágenes de personas desplazándose por terrenos inhóspitos. Este paralelismo visual subraya la vulnerabilidad compartida, pero también la fortaleza que impulsa a seguir adelante. Las imágenes no buscan victimizar, sino dignificar, mostrando que tanto las mariposas como las personas migrantes son portadoras de historias que enriquecen el mundo.

El amor como acto de re-evolución

En el centro de “Mariposas Negras” está la idea de que amar a la naturaleza es el primer paso para sanar nuestras relaciones con el planeta y entre nosotros. Este amor no es un sentimiento pasivo; es un compromiso activo de cuidado y respeto. Nos recuerda que no podemos seguir viendo la naturaleza como algo externo a nosotras. Al hacerlo, perpetuamos un modelo extractivista que no solo destruye ecosistemas, sino también nuestra humanidad.

El amor también se expresa en las pequeñas acciones. La película celebra los gestos cotidianos de resistencia y cuidado: desde quienes plantan árboles para restaurar bosques hasta quienes abren sus hogares para acoger a quienes lo han perdido todo. Estos actos, aunque puedan parecer insignificantes, tienen un impacto profundo en la construcción de un mundo más justo y armonioso.

Un llamado a la acción colectiva

“Mariposas Negras” no es solo una película; es un llamado urgente a la acción colectiva. Nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras decisiones diarias afectan no solo a nuestro entorno inmediato, sino también a comunidades y ecosistemas en todo el mundo. Al final del film, no ofrece soluciones fáciles ni finales cerrados. En su lugar, deja abierta la posibilidad de que cada espectador encuentre su propia forma de contribuir al cambio.

La película también nos desafía a cuestionar los discursos dominantes sobre las migraciones y el medioambiente. ¿Cómo podemos naturalizar estos fenómenos en lugar de criminalizarlos? ¿Qué pasó con nuestra capacidad de convivir en un mundo donde las fronteras no sean barreras, sino puentes que conecten culturas y ecosistemas?

Un manifiesto para el presente y el futuro

Con “Mariposas Negras” se entrega una obra que trasciende el cine y se convierte en un manifiesto para un presente más consciente y un futuro más esperanzador. Nos recuerda que formamos parte de un todo interconectado, donde nuestras acciones repercuten en cadenas de vida que ni siquiera alcanzamos a imaginar. La película es un homenaje a la belleza de la naturaleza y a la resiliencia humana, pero también es una advertencia: no podemos seguir desvinculados de los sistemas que sustentan la vida.

En definitiva, “Mariposas Negras” es una experiencia cinematográfica que invita a amar y cuidar, a vernos reflejadas en las mariposas que cruzan fronteras y a reconocer que, como ellas, nuestra supervivencia depende de nuestra capacidad de coexistir con todo lo que nos rodea. Una obra que no solo se mira, sino que se siente y, más importante, nos mueve a actuar.

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