Este número de En la Calle nace de la profunda conmoción que hemos vivido tras la DANA de octubre de 2024. Las calles de la Comunidad Valenciana se llenaron de barro, pero también de indignación y dolor. En medio de esta catástrofe, fuimos testigos de una clase política que ante la opinión pública solo mostró confrontación y abandono. A esto se sumó una creciente desinformación dirigida contra las ONG que trabajan sobre el terreno. Varias de ellas tuvieron que lanzar una campaña para combatir bulos que cuestionaban su labor humanitaria.
Sin embargo, entre tanta adversidad, surgieron también ríos de solidaridad. Personas de todas partes se desplazaron para ofrecer su apoyo, demostrando que aún queda esperanza. En este número, queremos agradecer especialmente a los jóvenes que, dejando de lado sus teléfonos móviles, tomaron escobas y cubos para limpiar el barro y devolver la dignidad a las calles. A todos ellos, gracias por recordarnos el poder transformador de la acción comunitaria.
En estas situaciones, como suele ocurrir, los más olvidados han sido los niños y niñas. Las escuelas, convertidas en centros logísticos, operaron bajo una visión adultocéntrica, ignorando la necesidad de ofrecer espacios seguros y de esperanza para los menores. Hace cuatro años, la pandemia nos enseñó lo vulnerables que son los más pequeños y cómo prometimos «salir mejores». Hoy, una tragedia climática nos recuerda que seguimos fallándoles.
A esto se suma la realidad de las personas mayores, otro colectivo duramente afectado. Más del 50% de las víctimas fatales de la DANA superaban los 70 años, evidenciando cómo las catástrofes naturales amplificadas por el cambio climático afectan siempre a los más vulnerables.
Proyectos socioeducativos: espacios de esperanza
Este número está dedicado a los proyectos socioeducativos, que día a día revitalizan nuestros barrios y comunidades. Estos proyectos van más allá del refuerzo académico; son entornos seguros donde niños, niñas y jóvenes pueden expresar emociones, aprender a gestionarlas y jugar sanamente. Espacios como Abrapalabra, una metodología de fomento de la lectura impulsada por la Federación Pinardi BoscoSocial, no solo apoyan el aprendizaje, sino que fortalecen la autoestima y el desarrollo personal de los menores.
También destacamos Somos Voz, liderado por la CEPSS, que busca prevenir la institucionalización de la infancia, presentando sus resultados como una muestra de lo que se puede lograr con dedicación y compromiso. Desde Cataluña, Salesians Sant Jordi comparte su experiencia transformadora en La Mina con jóvenes en situación de vulnerabilidad, demostrando cómo el sistema preventivo de Don Bosco sigue siendo una herramienta poderosa para el cambio.
Otro tema central de este número es la participación juvenil, con textos sobre la inclusión de la infancia y de la adolescencia migrante en el proyecto Somos G, así como la presentación de un nuevo documental sobre el tema por parte de las plataformas sociales en colaboración con las ONG salesianas. Además, presentamos el Proyecto Cometa, del Centro Juvenil La Rocosa en Albacete, que ha transformado la vida de muchos menores en situación de exclusión social.
No podemos dejar de destacar a Yarivith Carolina, galardonada con el Premio Princesa de Girona, cuya inspiradora iniciativa nos recuerda que, con esfuerzo y dedicación, es posible cambiar realidades.
En el marco del Día Universal de los Derechos de la Infancia, las plataformas sociales salesianas se adhieren a la campaña «Esto va de derechos», promovida por la POI en colaboración con el Ministerio de Juventud e Infancia. Es un recordatorio de que todos, como sociedad, debemos trabajar por garantizar que los derechos de los niños y niñas sean protegidos, incluso en las peores circunstancias.
Gracias por ser parte del cambio.
Este número de En la Calle es un homenaje a la solidaridad, al compromiso y a la esperanza. Agradecemos a nuestros lectores por acompañarnos en este camino, por creer en un mundo mejor y por dar valor a estas páginas. Sigamos construyendo juntos una sociedad más justa e inclusiva. Tu lectura nos inspira a continuar. Gracias.