(Entra en escena una persona con un teléfono móvil en la mano. Lo mira fijamente, se sienta y comienza a hablar)

Persona: A veces pienso que el tiempo se detiene en ese instante, justo antes de que suene el teléfono. Es como un momento suspendido, lleno de expectativas y miedos. Hoy es uno de esos días. Siento que mi vida se ha convertido en una constante espera, una espera interminable de una llamada que nunca llega.

(Mira el móvil y suspira)

Persona: ¿Alguna vez has sentido que tu vida depende de una sola llamada? Que, en un segundo, todo puede cambiar… o no cambiar en absoluto. Es curioso cómo un simple objeto puede tener tanto poder sobre la humanidad. Este teléfono, esta línea de comunicación, es mi conexión con el mundo exterior, con una posibilidad de esperanza, de un futuro mejor.

(Muestra una lista de llamadas perdidas en el móvil)

Persona: Aquí están… todas las llamadas que no he recibido. Cada una de ellas es una promesa no cumplida, una oportunidad perdida. Me pregunto cuántas veces más tendré que mirar esta pantalla vacía, esperando que finalmente se ilumine con esa llamada que tanto necesito. Y no soy solo yo. Somos muchas las personas que esperamos. Cada una de esas llamadas pendientes representa una solicitud de asilo, una vida en espera de ser reconocida, de ser rescatada.

(Saca un pequeño cuaderno del bolsillo y lo abre)

Persona: He escrito aquí todas las veces que he llamado, todos los números que he marcado, todos los mensajes que he dejado. Es mi diario de la espera. Cada entrada es un recordatorio de mi lucha, de mi esperanza y de mi desilusión. Pero, ¿sabes qué es lo peor? No es el silencio del teléfono, no. Lo peor es el silencio que se instala dentro de mí, el vacío que se siente al no tener a nadie con quien compartir esta carga.

(Mira al público, buscando empatía)

Persona: La soledad es un monstruo silencioso. Se esconde en cada rincón de mi casa, en cada esquina de mi mente. Pero no es una soledad física. No, es una soledad mucho más profunda. Es la soledad de no ser escuchado, de no ser visto, de no ser reconocido. Es la soledad de ser invisible en un mundo que sigue girando sin ti. Para muchas personas, esa llamada pendiente es la diferencia entre una vida digna y una existencia en el limbo, atrapadas en un sistema que no siempre escucha, que no siempre responde.

(Cierra el cuaderno y lo guarda)

Persona: Pero hoy, he decidido que ya no voy a esperar más. No voy a permitir que mi vida se defina por una llamada pendiente. Hoy, voy a tomar el control. Voy a hablar, aunque no haya nadie al otro lado de la línea. Porque mis palabras merecen ser escuchadas, aunque sea solo por el eco de mi propia voz. Y hoy, hablo por todas las personas que esperan, que necesitan ser vistas, escuchadas y reconocidas.

(Se levanta y mira al público con determinación)

Persona: Todas tenemos una llamada pendiente. Una llamada que puede cambiar nuestras vidas, una llamada que puede traernos esperanza o cerrar una puerta para siempre. Pero no podemos permitir que esa espera nos consuma. Debemos seguir adelante, debemos hablar, debemos ser escuchadas. Porque cada una de nosotras merece un lugar seguro, un hogar, una vida digna.

(Mira el móvil por última vez y lo guarda en el bolsillo)

Persona: Hoy, decido que mi voz no dependerá de una llamada. Hoy, decido ser mi propio mensajero. Porque, aunque el mundo no siempre escuche, yo siempre tendré algo que decir. Y eso, en sí mismo, es suficiente. Porque en cada palabra, en cada historia, está la fuerza de aquellas que no se rinden, de aquellas que aún esperan, de aquellas que, como yo, tienen una llamada pendiente.

(FIN)

(Pausa y luego añade)

Persona: ¿Y tú, tienes alguna llamada pendiente?

¿Qué es el Teatro Encuentro?

El Teatro Encuentro es una técnica de narración oral dentro del Teatro Social que busca crear un encuentro íntimo y significativo entre dos personas, o entre una persona y un pequeño grupo. Tiene como objetivo abordar temas de interés social de manera profunda y sincera. A través de la representación de monólogos teatrales, el Teatro Encuentro permite informar, sensibilizar, analizar y dialogar directamente con el público sobre diversos temas sociales, rompiendo las barreras tradicionales del teatro y acercando la experiencia teatral a contextos no convencionales. La interacción y la conexión humana son clave en el Teatro Encuentro, similar a cómo Don Bosco utilizaba relatos y representaciones para educar y conectar con jóvenes.

Invitamos a todas las personas lectoras de este artículo a utilizar el texto «Una llamada pendiente» en plazas, parques, con grupos de jóvenes, en el aula, en campamentos… Puede ser un recurso para sus «Buenos días / Buenas tardes» fomentando el diálogo y la reflexión sobre la situación de las personas refugiadas y otros temas sociales de relevancia.

¿De dónde surge «Una llamada pendiente»?
Surge tras la puesta en marcha de la Campaña por las Personas Refugiadas, organizada por el Grupo Estatal de Comunicación de las Plataformas Sociales Salesianas.
A continuación, puedes encontrar toda la información sobre la Campaña y los materiales.