La Confederación Don Bosco de Centros Juveniles de España
Las nuevas tecnologías se han convertido en una parte esencial de nuestra vida cotidiana y, si se utilizan adecuadamente, pueden ser una gran ventaja y herramienta muy útil. No cabe duda de que tener acceso a herramientas digitales y a las redes sociales ofrece a los jóvenes, niños y niñas, mayores oportunidades de aprendizaje, les ayuda a desarrollar habilidades de comunicación y fortalece sus relaciones sociales. Sin embargo, la adicción a las nuevas tecnologías en adolescentes es algo muy real que surge cuando su uso traspasa la barrera de lo sano y necesario, generando una importante dependencia.
Por ello, la Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España, con la colaboración del Grupo de Investigación Ciberpsicología de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), nos muestra a través de último estudio postpandémico “Impacto del uso de redes sociales e Internet en menores de edad”, cómo se ha modificado el uso de estos ítems en el tiempo libre en los colectivos de infantes, preadolescentes y adolescentes.
Las encuestas se aplicaron a estudiantes pertenecientes a 51 centros educativos de salesianos y salesianas del territorio español. Durante el proceso de recolección de datos, se obtuvieron un total de 2.644 respuestas de estudiantes de educación primaria y 6.139 respuestas adicionales de estudiantes de educación secundaria obligatoria (ESO).
Las líneas de investigación que siguieron para conseguir los objetivos planteados fueron:
- Actitud frente a la tecnología e internet.
- Sistemas de referencia para los jóvenes.
- Brecha digital.
- Violencia digital.
- Cambios en el comportamiento de Internet por la pandemia COVID-19.
Diferenciar entre el interés por la tecnología y el uso diario de Internet
A nivel general, una de las conclusiones que se extrae del estudio es la diferenciación de dos claros grupos encuestados: aquellos interesados en Internet y/o la tecnología —“muy tequis1 ” y “bastante tequis”— y aquellos a los que les apasiona la tecnología —o no— pero no les entusiasma Internet —“algo tequis” y “poco tequis”—.
Analizando los perfiles detectados, en función del género, encontramos que tanto en ESO como en Primaria los chicos manifiestan más atracción hacia la tecnología e Internet que las chicas —tendencia que se mantiene desde el estudio de 2018—. Asimismo, cabe señalar que a medida que los estudiantes “bastante tequis” pasan de Primaria a Secundaria, muestran más interés por la tecnología e Internet.
Destacar en este apartado de la investigación una posición ambivalente en cuanto a la percepción que oscila entre si Internet les ayuda a aprovechar el tiempo o, por lo contrario, les roba el tiempo. Los niños, niñas y adolescentes encuestados afirman que son conscientes de que internet, entendido sobre el concepto móvil, les “roba” tiempo, pero, por otro lado, afirman que les ayuda a aprovecharlo. En general, y a pesar de esta dualidad, se aprecia una tendencia en los que estudiantes de ESO consideran que Internet les roba tiempo, mientras que en Primaria predomina la percepción de que Internet les ayuda a aprovechar el tiempo. Con respecto a cómo perciben Internet y las redes sociales en la escuela y en sus estudios, los estudiantes de ESO consideran mayoritariamente que su centro no les ayuda a aprovechar Internet para sus estudios. En Primaria el número de estudiantes que comparten esa opinión es más reducido, y es superado ampliamente por el número de estudiantes que consideran que el centro sí les ayuda.
El uso de Internet en menores de edad y las del grado de normas con respecto a su uso en el hogar
Según los expertos, el teléfono, los videojuegos o la tableta se convierten diariamente, y cada vez a edad más temprana, en los nuevos aliados de los menores. Establecer límites y la supervisión son dos puntos clave en cuanto al uso de la red en las edades más tempranas. Es relevante que el empleo de las nuevas tecnologías esté delimitado con un horario marcado por los progenitores, que también deben estar al tanto de dónde navegan o qué aplicaciones usan sus hijos, mediante algunos de los múltiples programas que permiten este control por su parte. Todo ello porque debemos tener muy presente el desarrollo de los menores; en los primeros años de vida su cerebro es muy vulnerable a determinados estímulos y, si no hay un empleo de internet adecuado o es excesivo, puede ser perjudicial para ellos.
Pero a medida que los menores de edad van creciendo, aumenta el número de hogares en los que no hay normas de uso de Internet. Además, en torno al 20% de las veces, esas normas no se cumplen del todo en ninguna de las etapas educativas (llegando al 50% en ESO).
Violencia digital
La violencia digital constituye una de las líneas de investigación más importantes que se han abordado en este estudio. Y es que los resultados ponen en manifiesto que cuanto más “tequis”, más riesgo tendrán de recibir algún tipo de violencia digital. Estos datos destacan en las chicas más “tequis” de ESO.
Cabe mencionar que, en los últimos cuatro años, tomando como referencia 2018, la violencia digital ha aumentado en todas sus manifestaciones. Las formas de violencia digital más reportadas por los estudiantes de ESO, han sido: ser insultados/as en redes sociales o grupos de WhatsApp, aparecer en fotos y vídeos de momentos que no querían compartir, y ser objeto de burlas y mofas en Internet. En Primaria, los resultados más marcados han sido: ser insultados/as en redes sociales o grupos de WhatsApp, seguido de ser objeto de burlas de Internet y sentirse asustados por estar siendo objetivo de acoso en Internet.
Recomendaciones y buenas prácticas
El uso que los menores realizan de las pantallas no es solo responsabilidad de ellos mismos, sino también de los adultos, los cuáles tienen que proponer y supervisar normas, tiempos y uso frente a las pantallas.
Sin duda, la mayor problemática analizada en el amplio estudio editado por la Confederación Don Bosco, es emitir y recibir violencia digital. Es muy importante dotar a padres, madres y docentes de unas pautas sobre el uso responsable y adecuado de Internet en los mejores, de modo que sean capaces de gestionar de la manera más saludable y segura posible, la relación de niños, niñas y adolescentes con la tecnología que les acompaña en el día a día.
El estudio propone cuatro propuestas para conciliar esa relación que hemos nombrado:
- Desde Escuelas Salesianas se deben establecer planes formativos para progenitores que les permitan tener un nivel suficiente de competencia tecnológica, así mismo esto puede llevarse a cabo a través de las Asociaciones de Madres y Padres (AMPAs).
- Es necesario hacer planes formativos para familias donde aprendan la importancia de realizar una mínima supervisión parental y el establecimiento correcto de normas sobre el uso de Internet y el móvil (especialmente para Educación Secundaria).
- Se recomienda tratar de evitar el uso prolongado de los diferentes dispositivos tecnológicos en las horas previas al descanso nocturno y durante la noche, ya que, en esa franja horaria, la supervisión por parte de adultos se hace más complicada.
- Promover actividades en las que estudiantes, docentes y progenitores aprendan conjuntamente sobre la auto-ciberprotección y sobre la gestión posterior a la recepción de violencia digital.