Entrevista a Lidia Denga por Toñi Moriana, Directora de Administración de la Fundación Don Bosco.
Hablar de Lidia Denga es hablar de la definición de lucha. Una chica, que muy joven salió de República Democrática del Congo buscando una oportunidad de luchar contra todo tipo de adversidades. Ser mujer, joven y de raza negra, aunque no debería ser así, es un triple obstáculo que hace que, a diario, las cartas con las que juega Lidia, estén marcadas.
Lidia es un ejemplo para muchos chicos y chicas que buscan, en la formación y en la entrega, una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida. A través de esta entrevista, ella comparte su historia y su experiencia en la Escuela de Segunda Oportunidad que posee la Fundación Don Bosco en Granada.
1. ¿Cómo has llegado a la Escuela de Segunda Oportunidad?
Llegué en patera a Motril el 22 enero del año 2012 tras una dura travesía desde Congo; no fue nada fácil, tampoco lo es una vez que llegas. Por supuesto, es imposible olvidar el olor del Mar Mediterráneo, escuchar historias de lo más variopinto y extraño. Una vez llegué a España, estuve viviendo y conviviendo en varios centros de protección de menores. Allí tampoco es fácil para una chica menor recién llegada, pero bueno, más o menos sabía que fácil no iba a ser nunca. Fue en el año 2013, todavía vivía en un Centro de Menores, cuando el equipo educativo me propuso acudir a un recurso de aprendizaje de español y talleres con más niños y niñas que decían eran “como yo”. En realidad, nadie es como yo… pero bueno. Así es como conocí la Escuela de Segunda Oportunidad de la Fundación Don Bosco, aprendiendo competencias y muchas cosas más. Algún tiempo después, cuando ya me conocían y hablaba mejor el español, quise seguir avanzando y aprender un oficio. La ocasión apareció cuando tuve la oportunidad de hacer unas prácticas no profesionales como personal técnico administrativo en una empresa de climatización. Allí estuve bien, aunque en algunas ocasiones oía algún comentario “raro” de clientes. Las personas de la empresa me trataron como a una más, sin problemas, y aprendí como se trabaja en una empresa en Europa: con profesionalidad y muchas ganas.
2. ¿Qué es para ti una Escuela de Segunda Oportunidad?
Para mí la Escuela de Segunda Oportunidad, como digo, no es de segunda oportunidad, son muchas oportunidades. En esta escuela he ido mejorando cada día. Me han ayudado y estoy consiguiendo cumplir los objetivos que me voy proponiendo. Tanto es así que me ha llevado a lograr el Ciclo Formativo de Grado Superior “Agencias de viajes y gestión de eventos” en el IES “Hurtado de Mendoza” en Granada, que es lo que actualmente estoy estudiando. Además, me gustan mucho los idiomas, creo que es una fortaleza que tengo y complementa la profesión que voy eligiendo.Más que una escuela, es un lugar donde se dan oportunidades a los niños y niñas, a la gente joven para poder conocerse a sí misma y luchar por lo que quieren. No es la idea de una escuela como un edificio con gente seria y que está muy preocupada por las notas, fechas de exámenes, actas, actos de graduación… Nada de eso, es un lugar donde vas a aprender, donde ves a otras personas que luchan mucho para conseguir sus objetivos, donde hay educadores y educadoras que son muy especiales, porque te entienden, te intentan ayudar en todo lo que pueden, donde no siempre tienen la respuesta. También ocurre que a veces la respuesta que tienen no es la que más te convence en ese momento…con el tiempo se ve todo con otra perspectiva. La respuesta, que hace unos años quizá te dieron y no te gustó, con el tiempo y la perspectiva ves que no es tan mala.
3. ¿Podrías decirnos qué te ha aportado la Escuela de Segunda Oportunidad?
La idea de que siempre va a haber algo a lo que agarrarse. En la Escuela de Segunda Oportunidad no te dejan caer, no eres una más, no eres un número. Realmente te sientes especial y protagonista de tus propias historias. Toda persona puede tener un día malo, el equipo educativo, las personas jóvenes, los políticos y políticas, cualquiera. Pero no te castigan por ello, ni te clasifican según criterios que a veces no entiendes. Tú eres tú: con tus aspiraciones y tus sueños, por supuesto con tus deficiencias, tus limitaciones, tus miedos. Básicamente resumiría diciendo que la Escuela de Segunda Oportunidad es un lugar donde estar a gusto mientras aprendes, mientras te dejas ayudar activamente. No te miden a corto plazo, son personas capaces de ver más allá, incluso a veces, más allá de donde tú misma crees que puede llegar.
4. Y tú, ¿qué crees que has aportado a quienes quieren formar parte de la Escuela de Segunda Oportunidad?
El deseo de mejorar mi situación y poder ayudar a mi familia es lo que siempre me mueve; veo en la Escuela de Don Bosco un lugar donde puedo participar. Este año me propusieron participar en el IV Encuentro Nacional de Escuelas de Segunda Oportunidad organizado por la Asociación Española de Escuelas de Segunda Oportunidad en Madrid, acudí como representante joven. Allí pude hablar a esos niños y niñas que tienen sueños pero que dejan de cumplirlos por circunstancias. Las circunstancias pueden cambiar, pero tú tienes que seguir con fe y confianza. Ese encuentro me dio la oportunidad de dar esperanza y a decir que con esfuerzo se puede llegar a todo.
5. ¿En qué te ha cambiado esta experiencia de participar en la Escuela de Segunda Oportunidad?
Era una joven más inocente que ahora, realmente he sido un poco inocente pero cada vez lo soy menos. Aunque siempre he sabido lo que quiero, tenía miedo de luchar por ello. El miedo no ayuda, pero en ocasiones es inevitable. Por supuesto me veo mucho mejor ahora que hace unos años atrás, creo que en un futuro también estaré mejor que ahora. Si no confiamos en el futuro, ¿qué nos queda?
6. Y en ese futuro, ¿qué proyectos tienes?
No es fácil saber el futuro en una sociedad tan cambiante, parece que te miden por el dinero que tienes. Personalmente me niego a pensar que eso es así. Creo que es posible llegar a lo que una quiere, no por designios de la suerte u otras maneras de hacer las cosas por la vía rápida, sino con constancia y esfuerzo, sin rendirse. Concretamente, de aquí a dos años me veo estudiando una carrera de Derecho que es lo que siempre he soñado. Me encantaría ser profesional del Derecho para poder ayudar a hacer un mundo más justo. Ser más madura y poder ayudar a más gente para poder luchar por sus sueños. Aparte de los regalos que puede dar la vida. Siempre hay que confiar también en Dios.
7. ¿Qué mensaje le dirías a jóvenes como tú?
Cada persona siempre llega a donde quiere siguiendo los pasos de su corazón y con esperanza. No hay nada que pueda parar una voluntad firme y sabiendo lo que se quiere. No quiere decir que el camino sea fácil para una chica, joven y negra que tiene que escuchar de todo en el colegio y en la calle…Solo escuchándote a ti misma y no dejándose llevar por las demás personas, puedes lograr mejorar día a día y lograr los propósitos. Es una lucha incesante, como mujer, como mujer africana, como mujer africana negra, como mujer africana negra joven, que no se conforma con lo que los estándares y la sociedad quizá esperan de ella. Quiero ser agente de justicia y cambio social.
“PARA HACER QUE TODO EL MUNDO SEA FELIZ, PRIMERO TIENES QUE SER FELIZ TÚ. NO ES SOLO UNA FRASE BONITA, AHORA LA ENTIENDO”