Beatriz Gutiérrez Cabezas. Educadora de la Fundación Juan Soñador. León.
Volvemos a hablar de Educación y Arte como alianza perfecta, en esta ocasión desde la perspectiva de Isabel Medarde y sus chicas del “Taller de Cine y Teatro Espacio Mestizo”. Isabel es directora y productora de cine y no por casualidad, además, lleva tres años acompañando a un grupo de adolescentes en este taller de creación, que significa mucho más que eso.
Una charla llena de risas con las personas que forman el grupo de “Espacio Mestizo” y que cada jueves se reúne en «Laboratorio Bambara» dando rienda suelta a su imaginación; creando desde la motivación por aprender, la amistad y la diversión.
Dice Isa: “Llegué a este mundillo desde muy pequeña, porque necesitaban a una niña para la «Zapatera prodigiosa» de Lorca. Desde esta primera experiencia, quedé deslumbrada por todas las emociones que viví y la gente tan especial que conocí. Cuando me tocó comenzar a elegir estudios dudaba entre varias ramas artísticas o una carrera de filosofía y letras o políticas. Me decanté por el cine y el teatro; desde entonces comencé a formarme de manera más seria en este ámbito en Madrid.
Siempre he tenido en mente la idea de poder trabajar en colectivos con mayor dificultad para acceder a estas actividades. Así, cuando me propusieron impartir un taller en “Espacio Mestizo”, no lo dudé. Me apetecía desarrollar mi parte más social y vivir ese proceso de creación y aprendizaje en común, desde la importancia del recorrido y no tanto del resultado.
En estos tres años he ido experimentando siendo más consciente de la parte educativa y social que dan sentido a la actividad. He evolucionado dando más valor a compartir, a relacionarnos desde una perspectiva más inclusiva, a poner por delante el proceso, el ir despacio… He aprendido mucho.
Me encanta mi trabajo como directora y productora de cine, pero en ese sentido el proceso de trabajo es diferente ya que cuando hacemos una película el resultado “parece” más importante, hay muchas expectativas que cumplir. Con el grupo de “Espacio Mestizo” lo importante no es tener un corto realizado para junio, lo relevante es que para aprender no haya trauma y crear juntas.
De todas las actividades que realizamos, quizás cuando hacemos teatro sea de los momentos más especiales ya que entramos en otro mundo donde se pueden mover, liberarse y ser ellas mismas.
Cuando pienso en lo que me gustaría conseguir con este taller, recuerdo lo que el grupo vivió en un evento para el Ayuntamiento de León. Proyectábamos los cortos que habíamos hecho durante los dos últimos años y las escenas teatrales. Ese día decidí no intervenir en las explicaciones, de tal manera que ellas mismas hablaron de su proceso de trabajo. Los espectadores les hicieron muchísimas preguntas y fueron independientes, autosuficientes, críticas en las respuestas; y muy libres hablando de manera suelta y muy clara. Estuvieron geniales y hablaban desde lo que habían aprendido y habían creado, no desde lo que les habían enseñado.
Me encantaría que las chicas y chicos con los que comparto este taller, puedan llegar a dónde se propongan sin necesidad de sufrir para conseguirlo, y con las ideas, sobre qué es lo realmente importante en la vida, un poco más claras, para poder disfrutar plenamente”.
Dicen las chicas y el chico del grupo de Espacio Mestizo: “Cada una hemos llegado a este grupo de manera diferente y buscando también cosas distintas, coincidimos en que a todas nos ha sorprendido lo que hemos encontrado y por ello, aquí seguimos.
Hemos descubierto el mundo audiovisual desde dentro y alguno se ha dado cuenta que esto es a lo que se quiere dedicar en un futuro. Hacemos teatro, stop motion, editamos videos… también aprendernos a trabajar en equipo y ponernos de acuerdo. Nos sorprendemos de que nuestras ideas locas en un primer momento, luego se hayan convertido en trabajos muy chulos.
De todas las cosas diferentes que hacemos en este espacio, sin duda con lo que más disfrutamos es con los ejercicios de improvisación teatral, salen cosas de manera espontánea, muy divertida y realmente es un momento donde nos sentimos libres.
Aquí aprendemos de manera diferente a como nos enseñan en clase. Aprendemos a comunicarnos, tenemos la oportunidad de expresarnos no solo con las palabras sino también con el cuerpo. Podemos proponer y decidir sobre las actividades, rompemos con las rutinas, nos desahogamos y perdemos miedos. Yo estoy seguro que venir aquí es mejor que ir al psicólogo, porque los días que, por lo que sea, llego a la actividad enfadado o cansado, salgo de aquí con una sonrisa.
Ha habido muchos momentos especiales en este tiempo, pero cuando llega el momento de mostrar a la gente lo que haces es uno de los más bonitos ya que puedes enseñar dónde y cómo trabajas. Esa muestra es solo la punta del iceberg ya que detrás hay un montón de cosas, pero nos hace sentir muy bien que nuestro trabajo lo puedan disfrutar otras personas. También han existido situaciones de más cansancio, por ejemplo, en los rodajes, pero no nos hemos dado por vencidas y hemos intentado ser responsables y conscientes de los esfuerzos que estaba haciendo todo el grupo. Luego ves el resultado y te sientes muy orgullosa.
Si pensamos en sueños, algunos imaginamos en poder dedicarnos a esto en el futuro y poner en marcha todas las cosas que aprendemos aquí; otras queremos seguir disfrutando de la libertad y amistad que se respira en este espacio, pero en lo que todas y todos nos ponemos de acuerdo es en que hemos aportado a la parte adulta del grupo nuestra creatividad absoluta y el convencimiento de que nada es imposible”.
Después de escucharos, me quedo con la idea de la importancia que tiene la comunicación, la creatividad y la comunidad en nuestra construcción como personas. Gracias por vuestro arte y vuestras reflexiones.