En España hay pobreza y afecta a la infancia

30 de mayo de 2018
A veces tenemos que ser muy claros con afirmaciones que nos llaman la atención y nos parecen exageradas, al no conocer bien la realidad; las podemos dar equivocadas o malintencionadas por motivos diversos. Y una de esas afirmaciones es el título de esta editorial: “en España hay pobreza y afecta a la infancia”. Ser pobre […]

A veces tenemos que ser muy claros con afirmaciones que nos llaman la atención y nos parecen exageradas, al no conocer bien la realidad; las podemos dar equivocadas o malintencionadas por motivos diversos. Y una de esas afirmaciones es el título de esta editorial: “en España hay pobreza y afecta a la infancia”.

Ser pobre en España no significa que pasen hambre, que también los hay, o vivan en la calle o tengan que trabajar… ser pobre es no tener condiciones de vida saludables, no tener las mismas oportunidades de desarrollarse como persona por sus condiciones socioeconómicas.

Esto que parece teoría, se traduce en niños y niñas concretos que en España viven por debajo del umbral de la pobreza: hijos de parados de larga duración, adolescentes en exclusión, hijos e hijas de familias desestructuradas, menores inmigrantes no acompañados, de minorías étnicas, etc. Como afirma Gabriel en su artículo de la sección Profundizando: “las causas no han sido consecuencia directa de la crisis económica y social de los últimos años, sino causas estructurales que la crisis no hizo sino agravar”. Y en Cáritas afirman con datos contundentes “la extensión de la pobreza, cada vez es más intensa y más crónica”.

Debemos seguir trabajando para superar el problema. Lo primero es tomar conciencia de esta nueva situación social, que puede convertirse por desgracia en un nuevo modelo de sociedad.

Un segundo paso es apoyar a las familias en situación social de exclusión, analizando bien las causas y aplicando medidas concretas. Hay que fomentar condiciones de vida saludable con atención a las necesidades básicas, generando oportunidades de vida en igualdad, asegurando el sistema educativo y la permanencia del alumnado en dicho sistema, potenciando la educación no formal… Todo esto son indicadores de inclusión social.

Es una tarea que nos compromete a todos, educadores, empresarios, ONG, protagonismo de las personas afectadas… y, sobre todo, nuevas políticas con medidas concretas que promuevan y lleven a la inclusión, para lograr un país libre de pobreza, exclusión social y desigualdades.

Juanjo Ruiz Husillos. Director de ‘En la calle’

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